Es curioso las vueltas que le damos a las cosas cuando tenemos un problema, sobre todo cuando es un miedo que queremos superar y de repente descubrimos algo que nos puede dar la solución.
Cuando vemos la posible solución delante de nuestras narices entramos un poco en shock. Porque sabemos que ya no tenemos excusas. Ya no podemos justificar nuestra apatía o pasividad ante la realidad. De repente, hemos descubierto algo que nos puede ayudar a vencer el miedo, y cómo jode, ¿no?. Ya no puedo mirar para otro lado, ya no puedo decir que es imposible, ya no puedo justificar mi actitud.
Entramos en una gran contradicción. Por un lado, soñamos con superar el miedo, pero por otro sabemos que para superarlo hay que enfrentarse a él. Como no hay nada que nos pueda ayudar de alguna forma nos quedamos muy tranquilos, es la excusa perfecta, un auténtico alivio saber que no hay nada que pueda hacer, por lo tanto me quedo quieto ( aunque deseo con toda mi alma superar ese miedo ) y «me olvido» pero en el fondo no lo olvidamos, es una cuenta pendiente que sabemos tenemos que resolver.
En este caso, estamos hablando del miedo al agua. Nos encantaría saber nadar, estar en el agua y disfrutar de la natación y de todos los beneficios que se pueden obtener de ella. Pero…. tenemos miedo y no nos atrevemos a meternos en el agua o en el caso de que nos atrevamos no ir más allá de donde me cubre o ni siquiera flotar sin flotador o estando agarrado al bordillo donde no me cubre.
Y entonces, cuando descubrimos un método o un curso que nos puede ayudar a superarlo, empezamos a darle vueltas y vueltas. ¡ Maldita sea! ya no puedo mirar para otro lado.
Nuestra mala conciencia se pone en acción, porque nos está diciendo que ha llegado el momento de enfrentarse al miedo definitivamente, que hemos encontrado algo que nos puede ayudar, que ya no hay excusas, pero…. no nos atrevemos.
También puedes decir, ya, pero ¿ y si no funciona conmigo?. Vale, el método no es infalible ( si lo fuera lo pondríamos a toda plana en la web para que todo el mundo se enterase ) pero funciona y ha funcionado con mucha gente ¿ cómo sabes que no va a funcionar contigo si no lo pruebas ?
¿Recuerdas dónde estabas exactamente hace un año?
Probablemente pensando en hacer un cambio, todos hacemos lo mismo y siempre me gusta revisar qué hice ese año, qué cambié, qué añadí a mi vida.
Sí, ha pasado otro año y sigo igual ( desalentador a veces pero necesario saberlo ).
Y es normal que sigas dudando, porque dar el paso no es fácil.
Sí, ahora mismo sabes que necesitas un cambio.
Y por eso mismo te puedo recomendar que pruebes nuestro MÉTODO NSM. Basado en la experiencia, sin teorías ni gaitas.
– Espero que te haya sido útil este artículo y nuestra web al saber que puedes constatar, paso a paso, con nuestro MÉTODO NSM ( que incluye 3 flotaciones verticales ) cómo vas venciendo tu propio miedo al agua y, al mismo tiempo, ir comprobando cómo vas disfrutando cada vez más y mejorando tu dominio del medio acuático.
– Puede que tengas algún centro de natación cerca pero si no estás seguro de lo que ofrecen o no te convencen sus condiciones pregúntanos cualquier duda que tengas, y si quieres apuntarte a nuestros cursos puedes hacerlo en cualquier momento del mes en curso o de la temporada.
– También puedes pinchar en
Deja una respuesta