Nos contactan bastante a menudo personas con miedo al agua que se han apuntado a cursos de natación de los que no han salido muy contentos bien porque no les han enseñado a respirar bien o les han acostumbrado a flotar con flotadores o en zona profunda no les han enseñado a flotar de pie. Sin embargo, les han enseñado técnica de nado, pudiendo llegar a nadar, pero sin quitarles el miedo realmente.
El resultado de este tipo de enseñanzas es un deficiente aprendizaje que tiene como consecuencia que la gente aprenda a nadar algo pero con muchas limitaciones y sin poder disfrutar realmente del agua y de la natación.
Si no nos enseñan a respirar bien ni nos aclaran los conceptos básicos de la respiración, las distintas formas de respirar en el agua, sus efectos sobre la flotación en el cuerpo, sus efectos sobre el nado, etc tendremos problemas a la hora de flotar y por tanto también de nadar. Con estas carencias tendremos límites que nos obligarán siempre a nadar en precario, mal, incómodos e inseguros.
De la misma manera, si tenemos miedo a flotar ( en zona poco profunda ) y nos dan flotadores para que podamos flotar, nos crearán una dependencia al material de la que después será muy difícil desprenderse. Creando una gran limitación para poder desenvolvernos por nosotros mismos en el agua.
También nos estamos encontrando con bastante gente que sabe nadar pero no se atreve a hacerlo en zona profunda. Ha logrado moverse por el agua en zona poco profunda, nadar, flotar, etc pero cuando le llega la hora de meterse en la zona que les cubre empiezan a tener problemas.
Directamente renuncian a nadar en zona profunda o si lo hacen nadan muy nerviosos, tensos, rígidos y siempre muy pendientes y muy cerca del borde de la piscina para poder agarrarse en caso de tener que parar para flotar de pie, ya que no les enseñan las flotaciones verticales.
En este caso la limitación es grande ya que circunscriben su práctica de nado solo la zona de poca profundidad y si se adentran en la zona profunda tendrán que hacerlo siempre tensos y nerviosos pegados al borde de la piscina o a la orilla del espacio acuático en el que estén.
Como podemos ver tenemos muchas limitaciones: miedo a meter la cabeza en el agua, nadamos regular, no sabemos respirar bien, miedo a flotar boca abajo o boca arriba sin flotadores o no nos enseñan a flotar de pie en zona profunda.
El miedo al agua es normal si no sabemos nadar, de manera que nos impide meternos en el agua para no ahogarnos, pero el problema viene cuando queremos quitarnos el miedo, nos apuntamos a un curso de natación y el aprendizaje que recibimos no es el adecuado.
Las consecuencias de una metodología mal planteada con personas con miedo al agua ( y sin miedo también ) por parte de algunos profesionales de la enseñanza acuática es que se producen muchas carencias en el aprendizaje y como consecuencia de ello aparecen luego limitaciones en el nado que dejan mucho que desear, impidiendo el disfrute de la natación, que además serán difíciles de eliminar.
– Espero que te haya sido útil este artículo y nuestra web al saber que puedes constatar, paso a paso, con nuestro MÉTODO NSM ( que incluye 3 flotaciones verticales ) cómo vas venciendo tu propio miedo al agua y, al mismo tiempo, ir comprobando cómo vas disfrutando cada vez más y mejorando tu dominio del medio acuático.
– Puede que tengas algún centro de natación cerca pero si no estás seguro de lo que ofrecen o no te convencen sus condiciones pregúntanos cualquier duda que tengas, y si quieres apuntarte a nuestros cursos puedes hacerlo en cualquier momento del mes en curso o de la temporada.
– También puedes pinchar en
Muchas gracias por tu atención
Deja una respuesta